viernes, 24 de octubre de 2014

Crítica: Coherence de James Ward Byrkit


Quien piense que para que una película de ciencia ficción sea buena necesita efectos especiales millonarios no podría estar más equivocado. Y para demostrarlo tenemos 'Coherence', que con su bajo presupuesto y sus casi nulos efectos especiales deja bien claro que es una de las mejores películas sci-fi de los últimos tiempos.

Basada en el experimento del gato de Schrödinger -si no sabes lo que es lo mejor es que no acudas a internet para enterarte, ya que lo explican de maravilla y… bueno, lo mejor es ir a la sala sabiendo cuanto menos mejor-, la película comienza con unos amigos que quedan en la casa de uno de ellos para cenar la noche en la que un cometa pasará a pocos kilómetros de la Tierra. Partiendo de esto, James Ward Byrkit, junto con Alex Manugian, firma un guión sólido -a pesar de la improvisación que el director dejó a los actores-, inteligente y engimático. Porque si hay una palabra para describir 'Coherence', es "enigmática". Poco a poco nos va dando información a la vez que nos presenta -muy bien presentados- a todos los personajes, y cuando nos damos cuenta estamos atrapados y sin poder apartar la vista de la pantalla. Todos los personajes están perfectamente construidos, y su forma de ser influirá en la historia de manera determinante. El conflicto entre personajes está plasmado de manera notable, dando vida a la película. Una de las cosas más destacables del guión es que consigue que la historia no subyugue a los personajes y que estos acaben siendo meras marionetas al servicio de la trama, y eso se agradece muchísimo en una película de ciencia ficción.


La dirección de James Ward Byrkit nos da cosas buenas y cosas malas. Entre las buenas encontramos una dirección de actores sobresaliente, que junto con el guión es de lo mejor de la película. Todos los actores se lucen, y no hay ni un segundo en el que flaqueen sus interpretaciones. Todos los actores son poco conocidos, pero no por eso tienen menos talento. De hecho, muchos actores y actrices mucho más famosos deberían aprender cuatro cosas de este grupo. En el lado malo tendríamos la planificación, que aunque no es mala, abusa demasiado del recurso de cámara en mano con temblores, lo que hace que la película parezca más barata de lo que es. La fotografía de Nic Sadler y Arlene Muller es otro de los aciertos de la película, dándole un tono nada común dentro del cine de ciencia ficción.

'Coherence' es una patada en el estómago a las cintas de ciencia ficción con presupuestos infladísimos y exceso de efectos especiales. Es entretenida y profunda. Es cine del bueno. Es una de las películas que más he recomendado en toda mi vida, porque algo así, por desgracia, no se ve demasiado a menudo.

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