domingo, 26 de abril de 2015

Crítica: La familia Belier de Eric Lartigau


Del director Eric Lartigau, uno de los que nos trajeron hace dos años la comedia Los infieles, nos llega La familia Belier, una historia en la que prácticamente todos los miembros son sordomudos excepto una joven. Paula acaba descubriendo sus grandes cualidades para la música y que posee una hermosa voz, talente que su familia no puede apreciar. Realmente es curioso como en una película en la que la música es tan importante los personajes protagonistas no puedan disfrutarla. La banda sonora es una selección de las mejores canciones de Michel Sardou, que no conocía y que ha sido todo un descubrimiento. Es un estilo parecido al de Julio Iglesias y la película funciona casi como un homenaje a sus canciones que hablan de amor y de pasión. Nos metemos en la vida de esta singular familia que se dedica a la fabricación de quesos y como con la ayuda de su hija mayor apenas tienen dificultades para la vida diaria. Ella ha tenido que madurar antes de tiempo y ha tenido que tener unas responsabilidades poco apropiadas para su edad, eso hace que sus padres se hayan relajado y se tomen la vida de una forma más lúdica porque saben que en caso de problemas siempre tendrán a Paula para que lo solucione. Tiene un arranque realmente divertido y es que las situaciones con los padres son algo que realmente un hijo no debería vivir pero que vistos desde fuera causan sorpresa como cuando la hija tiene que hacer de traductora con el médico hablando de cuestiones sexuales y que deberían hacer un periodo de abstinencia a causa de una infección. La protagonista vive por y para su familia, para la granja y como mediadora ya que al ser la única con oído es la que les acerca al resto de vecinos. No sabe qué es lo que va hacer con su vida más allá de su familia así que cuando descubre la música, de un modo casual, ve una salida y una forma de desarrollarse como persona. Paula empieza en el coro pero el talento que intuye su profesor le hace ver que ahí es donde está su futuro y que debería ir a Paris a una buena escuela así que gran parte de la trama es esa preparación y cómo afecta esa decisión al entorno familiar. Los cambios, incluso los que son para mejor, no son fáciles de asimilar y ahí es donde el director se centrará. La historia tiene sus momentos de comedia, realmente las escenas con los padres son hilarantes, así como con su raro profesor de música. Es alguien que no ha podido desarrollarse como profesional de la música y para el ser profesor en un instituto es algo que no lleva demasiado bien, quizás Paula le haga ver el valor de su trabajo y que merece la pena. Pero no sólo son risas, también tiene su lado de ternura que nos emociona y conmueve, esa relación entre los cuatro miembros de la familia es envidiable, la forma en la que se quieren aunque no siempre se entiendan es algo a lo que muchos aspiramos.




No podría terminar esta reseña sin mencionar el trabajo de los actores que hacen un gran trabajo. No debe de ser nada fácil un papel como este. Los actores trabajan con la palabra y aquí tienen que sustituirla por el lenguaje de signos que han tenido que aprender. Es un hándicap que superan con nota. Incluso la actriz que interpreta a Paula tiene que aprenderlo porque aunque ella no es sorda ni muda es la voz y los oídos de su familia. La elección de Louane Emera como Paula no es casual, la joven actriz también tiene su carrera como cantante. Ha participado en varios concursos musicales en donde ha demostrado su talento como la versión francesa de La Voz y ya ha sacado su primer disco. En definitiva La familia Belier es una gran comedia como las últimas que nos han llegado desde Francia, un humor que ha dejado de ser particular para abrirse al mundo y que puede triunfar fuera de sus fronteras. 

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