lunes, 22 de abril de 2013

Crítica: En la carretera (On the road) de Walter Salles






Título original: On the road. Director: Walter Salles. Guión: José Rivera (de la novela de Jack Kerouac). Música: Gustavo Santaolalla. Fotografía: Eric Gautier. Reparto:Garrett Hedlund, Sam Riley, Kristen Stewart, Amy Adams, Tom Sturridge, Danny Morgan, Viggo Mortensen, Alice Braga, Elisabeth Moss, Kirsten Dunst, Terrecence Howard, Steve Buscemi.

Entre los años 1948 y 1951 Jack Kerouac escribió la novela On the road en la que a través de la narración de una serie de viajes cruzando los Estados Unidos hacía un retrato de su generación compuesta por un grupo de personas locas, apasionadas por la vida y  que con un espíritu transgresor; buscaban a través de la rebeldía y de una forma de vida alternativa a lo que la sociedad marcaba, su identidad. Hace poco veíamos una acercamiento al cine a uno de los miembros de este grupo, Allen Ginsberg, en la película Howl y se nos mostraba a través de un documental un poco de esta época y de los personajes. Escritores, poetas que utilizaban la literatura, la música de jazz, las drogas y el sexo como un todo que los identificaba como una nueva generación que estaba viendo la luz. En la novela Jack Kerouac se esconde detrás del personaje protagonista Sal Mineo y utiliza pseudónimos en los que habla de sus amigos y de la gente que le rodeaba. Detrás de Dean Moriarty está Neal Cassady, Carlo Marx es Allen Ginsberg o Old Bull Lee es William S. Burroughs. 




Adaptar una novela es complicada porque un libro resulta sugerente y tiene muchos caminos y tramas pero en una película has de elegir una y seguir con ella sacrificando muchas historias y personajes. Walter Sallles y su guionista José Rivera se han centrado sobre todo en la amistad de los dos protagonistas y en su viaje de encuentros y desencuentros con la gente que les rodea, pero a la hora de escribir la historia no sólo se han inspirado en lo que Kerouac ha dejado escrito en su novela sino que han cogido historias y referentes reales de la vida de los personajes en los que se inspira. Sal Paradise vivía con su tía aunque ese personaje estaba inspirado en el de su madre y es la relación que aparece en la película. En la novela los personajes de Dean Moriarty y Carlo Marx apenas tienen una trama significativa juntos y han optado por plasmar las vivencias de Allen Ginsberg y Neal Cassady. Me ha gustado porque no se limita a plasmar literalmente las tramas de la novela sino ir un más allá y acerca el texto a la realidad y menos a la ficción que creó el autor para plasmarla.  




Entiendo que un texto que ha significado tanto para tanta gente pueda defraudar. Uno cuando lee una novela y la vive de verdad se imagina a los personajes de una manera, digamos que se monta uno en la cabeza su propia película, la idealiza y luego cuando la ve plasmada y hecha realidad es complicado que se cumplan unas expectativas tan altas. A mi la película me ha gustado porque trasmite pasión y una recreación de una época que me resulta apasionada y con unos personajes a los que me hubiera gustado conocer y compartir vivencias. De todos modos si el texto sirve para que la gente los conozca, para que se interesen por ellos, por lo que han escrito, On the road ya tendrá sentido. 



1 comentario:

  1. Para un maduro como yo, que primero leyó el libro y después vivió 'On the Road' una buena parte de finales de los '70 y principios de los '80 en la España de la transición, lo primero que siente al ver la película es nostalgia por ese tipo de vida y la juventud pasada, y se mete uno de lleno en la cinta por la inercia del recuerdo.
    Pero una vez pasada esa sensación, después de salir del cine, y se repasa mentalmente, se le ven los agujeros.
    Adaptar un buen libro es difícil, siempre se quedan cosas que uno hubiera puesto, pero al guión no le pongo pegas, es una parte del libro que se elige y puede dar una idea general de la novela.
    La película tiene buenos momentos y algunas buenas interpretaciones, como la de Vigo Mortensen o la de Steve Buscemi, pero los personajes principales no me recuerdan al libro, son demasiado guapos, no se despeinan en toda la película, ni una camiseta sudada, ni una situación creíble de peligro y una sensación general de que son 'chicos traviesos de Beverly Hills' que se escapan un fin de semana.
    El paso del tiempo tampoco es creíble y los saludos de los reencuentros me parecieron forzados. De la misma manera que no es creíble las caminatas de Sal por las carreteras.
    El ambiente del libro de Kerouac era más sórdido y cutre que el que se ve en la película, el espíritu del libro era la aventura y bastante transgresor, que en la película se reduce a las escenas donde se trata el sexo y y alguna sesión de drogas.
    Si yo hubiera sido el productor hubiera encargado la dirección a un director francés,hubiera manchado las ropas de los protagonistas y la hubiera rodado en blanco y negro.

    Vidalius

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