miércoles, 17 de abril de 2013

Crítica: Memorias de un zombie adolescente de Jonathan Levine. El amor lo puede todo




Título original: Warm Bodies Director: Jonathan Levine Guionista: Jonathan Levine (Novela: Isaac Marion) Música: Marco Beltrami, Buck Sanders Fotografía: Javier Aguirresarobe Interpretes: Nicholas Hoult, Teresa Palmer, John Malkovich, Rob Corddry, Analeigh Tipton, Dave Franco, Cory Hardrict Distribuidora: Eone Fims Fecha de estreno: 19 de abril de 2013

Zombies: mi subgénero cinematográfico favorito desde hace más tiempo del que puedo recordar. Y como buen fan que soy, no podía quedarme sin ver "Warm Bodies", o "Memorias de un zombie adolescente" en España. Tengo que admitir que al principio la idea de un "Crepúsculo" con zombies me pareció bastante horrible, pero entonces llegó el primer tráiler con R. deambulando por un aeropuerto desierto y me enamoré. Según pasaba el tiempo e iban publicando imágenes y mis ganas de verla aumentaban, igual que mis expectativas. Y llegó el día. Iba con miedo, por si no me gustaba, pero… Al final no ha defraudado nada. Es cierto que la premisa puede recordar a la saga vampírica de moda, pero una vez empieza la película te das cuenta de que va a ser todo lo contrario, ya que en ningún momento pretende ser una película más seria de lo que puede. Y ése es su punto fuerte: mostrar lo que le da la gana, sin complejos. La presentación de los personajes es muy interesante, haciendo que queramos saber más sobre ellos, cómo llegaron donde están y qué será de ellos durante el desarrollo de la película. Es verdad que los personajes no llegan a ser demasiado profundos y sus motivaciones son bastante simples, pero tampoco hace falta más. El guión tiene algunos puntos de humor bastante buenos, y algunos momentos geniales como los comentarios en voz de R, el zombi protagonista. El desarrollo es ágil, no haciéndose pesada en ningún momento gracias a algunos flashbacks y escenas de acción moderada rodadas con soltura. Es cierto que en algunos momentos se huele el tópico, pero Jonathan Levine, director y guionista, lo soluciona rápido con algún giro interesante. Quien quiera ver una película de zombis, quedará más o menos satisfecho, ya que empieza siendo más como una película normal de muertos vivientes de toda la vida, hasta que R, en pleno ataque, encuentra a Julie y se enamora de ella, dando paso a la parte romántica. Quizá se eche en falta un poco más de mala leche, pues los momentos ácidos de la película son los mejores, superando los ataques de zombis, huesudos y humanos.


Los actores cumple con soltura, y algunos incluso se lucen. Destacar a Nicholas Hoult en el papel protagonista, haciendo algo que nadie habría imaginando: dotar de sensibilidad y matices a un zombi putrefacto. Rob Corddry como mejor amigo de R y Teresa Palmer como "presa" de R son de lo mejor de la película. ¿Será casualidad que Teresa Palmer se parezca tanto físicamente a Kristen Stewart? Yo creo que no. También me gustaría destacar, aunque negativamente, a John Malkovich. No sólo no da ningún matiz a un personaje tan tópico como necesario, sino que además sobreactúa.


Jonathan Levine se desenvuelve de sobra como director, como ya demostró en 50/50. Las escenas de acción están rodadas muy bien, aunque nada fuera de lo normal en Hollywood, al igual que los momentos más tranquilos. Una de las cosas que más me ha gustado es la ambientación de la película, sumergiendo al espectador en el mundo apocalíptico y haciéndolo creíble. Lo mejor es la gran ciudad amurallada donde viven los humanos, mostrando una fortaleza casi inexpugnable pero autónoma. La fotografía, de mano de Javier Aguirresarobe, es más que correcta, teniendo algunos momentos especialmente buenos. Los efectos especiales, tanto físicos como digitales, están bastante conseguidos, sobre todo los huesudos. Los fanáticos de los zombis pueden sentirse algo decepcionados con esta encantadora película de amor improbable, pero el resto quedará satisfecho con la entrañable historia de Julie y R.

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