sábado, 22 de junio de 2013

Crítica: El hombre de acero de Zack Snyder


Zack Snyder, director de "Watchmen" o del grandísimo remake de "El amanecer de los muertos", vuelve a los cines con la enésima película contando los orígenes del famoso Superman. ¿Era necesaria? Después de "Superman Returns" más o menos. Y digo más o menos porque nos cuenta otra vez lo que ya sabemos, pero en grande. Muy grande, explosivo y épico. No aporta nada nuevo, pero entretiene. Las secuencias de aperturas, localizadas en Krypton, cuentan cómo llegó Kal-El a la Tierra mediante explosiones, peleas, explosiones, persecuciones, explosiones, algo de drama y explosiones. Todo es tan espectacular (y no solo durante el principio) que acabas deseando algo de diálogo, a poder ser sin explosiones de fondo. Y es que tanta acción, y tan grandilocuente, acaba saturando, haciendo que no apreciemos lo bien que está realizada. Las luchas de Clark Kent son una locura destructora en la que el súper hombre choca -y hace chocar- contra edificios, montañas, suelo, naves espaciales… De todo lo que se le ponga por delante. La acción es muy sucia, a pesar de estar bien dirigida, con lo cual terminamos deseando que usen una steadycam o algo tranquilito.

Se nota la mano de Christopher Nolan en la producción, ya que se ha intentado dotar -y a ratos lo consiguen- la historia de cierta profundidad. No llega al nivel de las películas de Nolan, pero al menos lo intenta. Lo que chirría es la forma que tienen de narrar el pasado de Clark Kent: todos aceptan todo sin rechistar, ya sea descubrir que es un extraterrestre o muertes varias. Ah, y que cuando se olvidan del desarrollo del personaje -escaso, pero suficiente- para dar paso a la acción, la película se hace, paradójicamente, un poco aburrida. Un punto a favor es el tono desenfadado que han intentado darle a algunos momentos, haciendo bromas que no resultan del todo graciosas. La conexión con los personajes es muy difícil, ya que son demasiado planos y la mayor parte del tiempo se lo tiran o corriendo, o peleando, o siendo muy épicos y espectaculares y heróicos -a su manera-.


Los actores lo hacen bien, sin más. Michael Shannon hace muy de malo, Amy Adams muy de chica en apuros, Diane Lane muy de madre sufridora y Russell Crowe muy de padre, por poner un ejemplo. Se limitan a interpretar correctamente sus personajes. El más destacable, evidentemente, Henry Cavill en el papel de Superman.



En resumen: si te gustan las películas de superhéroes, no deberías perdértela. Eso sí, no esperes algo demasiado profundo.

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