domingo, 24 de noviembre de 2013

Crítica: La huida (Deadfall) de Zach Dean




Título Original: Deadfall Director: Stefan Ruzowitzky Guión: Zach Dean Fotografía: Shane Hurlbut Música: Marco Beltrami Intérpretes: Eric Bana, Olivia Wilde, Charlie Hunnam, Sissy Spacek, Kris Kristofferson, Kate Mara, Treat Williams Distribuidora: DeAplaneta Fecha de Estreno: 15/11/2013


La semana que viene se celebra en Estados Unidos Acción de gracias, festividad que conmemora cuando los pioneros procedentes de Europa se encontraron en el nuevo continente americano sin alimentos y pasando frío y los nativos les dieron comida y un refugio. Es cierto que luego estos pioneros tuvieron la curiosa forma de agradecérselo matándolos, quitándoles las tierras y en el mejor de los casos encerrándolos en unas reservas para tenerlos controlados, pero eso es otra historia. El caso es que es una fecha en donde se reúne la familia, donde los hijos que viven fueran regresan a la casa de los padres para pasar el día juntos y es casi como un ensayo de la navidad que está por llegar. La huida se sitúa en este momento del año y con bastante sentido, porque aunque La Huida se pueda enmarcar dentro del género policíaco, la familia y las diversas formas de entenderla están muy presentes. Los dos protagonistas son dos hermanos que han salido eufóricos de un atraco en un casino indio, todo ha ido bien aunque sufren un accidente. Deciden separarse y mientras que Liza (Olivia Wilde) acaba en la furgoneta de un ex boxeador que va a la casa de sus padres, Addison  (Eric Bana) se queda solo intentando luchar contra los elementos (y con quien se le ponga por delante) para llegar a la frontera y huir.  La película nos muestra cómo las personas nos enfrentamos de distinta forma a la familia, está el modelo de los dos hermanos que están muy unidos porque han vivido en un ambiente poco cariñoso, no han tenido una buena infancia y eso les ha forjado un fuerte carácter y una gran dependencia el uno del otro, está Jay que vuelve a sus padres después de haber pasado un tiempo en la cárcel y ve cómo a pesar de todo lo que un hijo pueda hacer mal, en el fondo los padres siempre les seguirán perdonando aunque no se lo pongan fácil. Y hasta hay una policía que ve cómo su padre el Sherrif la desprecia y no muestra ni un ápice de cariño por mucho que se esfuerce. Una historia sobre la familia y el perdón que no se olvida que está envuelta en una historia de atracos.



La película sin ser una gran película entretiene ya que está sustentada por unos buenos actores que solventan una historia con carencias y unos paisajes nevados que nos recuerdan a historias como Fargo de los hermano Cohen. Por la parte de los ladrones contamos a una Olivia Wilde, la famosa 13 de House y que hemos podido ver hace poco en Rush. Su personaje de Liza se mueve entre el cariño que le tiene a un hermano que estuvo con ella en los malos momentos y la posibilidad de dejar todo eso atrás y empezar una nueva vida. Eric Bana está genial como un peligroso delincuente que hará todo lo posible para lograr sus objetivos. Les acompaña Charlie Hunnam, conocido por la serie Sons of Anarchy y porque estuvo a punto de protagonizar la adaptación de 50 sombras de Grey interpreta al exboxeador que vuelve a casa. Sus padres son los veteranos Kris Kristofferson y Sissy Spacek. A mi me ha gustado bastante y aunque tiene algún momento extraño en el que las situaciones rozan el absurdo, en general es una película entretenida y que me ha hecho pasar una buena hora y media.


Hay que agradecer a los amigos de SensaCine que nos invitaron a verla, esta vez en los Cinesa Principe Pío, uno de los mejores cines que hay en Madrid.


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