viernes, 3 de octubre de 2014

Crítica: Torrente 5: Operación Eurovegas de Santiago Segura


¿Quién no conoce a José Luis Torrente? Ex policía, machista, racista, franquista, alcohólico… Podría seguir soltando adjetivos sobre el antihéroe español por excelencia, pero podría estar horas escribiendo. Santiago Segura vuelve a escribir, dirigir, producir y -obviamente- protagonizar la nueva entrega de Torrente, conocida como 'Operación Eurovegas'. Tras salir de la cárcel en 2018 y ver que el mundo, según sus ideales, se ha ido a pique, José Luis Torrente tomará cartas en el asunto. Como si de un Ignatius Reilly moderno y mucho más chabacano y básico se tratase, el ex policía, sirviéndose de un futuro hipotético para criticar el panorama actual, se alza contra la sociedad para... enriquecerse. Nada de intentar cambiarla, no. Enriquecerse robando el único casino que llegó a construirse en la fallida Eurovegas. La sátira social facilona -y más o menos acertada- inunda la película y crea un ambiente particular, uno de los puntos positivos de la película, aunque éste resulte demasiado básico como para hacernos pensar más allá del tiempo que dure la escena. Pero seamos sinceros, 'Torrente 5: operación Eurovegas' no aporta absolutamente nada al cine en general, y a la saga en particular. Se mantienen los chistes racistas, escatológicos y sexuales, sonando igual que en las anteriores entregas. Una de las pocas novedades es la innovación incluida a la hora de "hacerse unas pajillas". Además de todo esto, es una película predecible, pero esto es un punto a favor, ya que es obviamente buscado. Esto provoca que queramos ver más, cómo ese grupo de deshechos sociales encuentra la forma inconsciente de fastidiar los elaborados planes de Torrente. Personajes todos, ya sean protagonistas, secundarios o cameos, simples y con poca profundidad y nulo desarrollo. Los personajes que repiten -y algunos que son nuevos- nos provocarán una sensación de déjà vu. Incluso Torrente sigue igual, siendo esto, según se mire, una virtud o una flaqueza.


Vemos cómo Santiago Segura ha crecido como director a la hora de planificar la película, ya que es fluida y mantiene el ritmo. Entrando en la dirección de actores nos encontramos con todo lo contrario, ya sea por haber repetido la fórmula de usar amigos, gente de la farándula televisiva o porque los personajes no dan para más: nos presenta estereotipos manidos y repetitivos, poco graciosos. Otra de las novedades de esta película es que Julián López sustituye a Gabino Diego como Cuco. El cambio, dentro de la película, está justificado con cierta gracia, tengo que admitirlo. Una de las sorpresas de esta entrega, Alec Baldwin, que tiene un papel más o menos interesante, está bien, sin más. Se le ve más preocupado de pronunciar bien en castellano -comprensible, por otra parte- que de construir un personaje complejo y darle vida.



'Torrente 5: operación Eurovegas' es la muestra definitiva de que las aventuras de José Luis Torrente deberían haber llegado a su fin con la anterior entrega. Y es que estirar un personaje como el ex policía tanto tiene sus consecuencias. Los fans de la saga se sentirán satisfechos al ver de nuevo a Torrente soltando variantes de chistes contados mil veces, y se reirán. Los que no sean fans de la saga… Se preguntarán cómo pueden seguir recurriendo a los mismos chistes una y otra vez.

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